Reflexiones post Enade I
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La tensión que antecedió al último Encuentro Nacional de la Empresa (Enade) distrajo el foco del tema de fondo al que convocó la cita: el inmovilismo que frena el crecimiento. Pasada ya una semana desde que el Gobierno y representantes del sector privado dieron cuenta de sus mayores intenciones de avanzar en el diálogo y en los acuerdos para impulsar una mayor expansión, destrabar las inversiones y promover el empleo, parece propicio preguntarse cuáles son aquellas condiciones que impulsarían la anhelada movilidad.
En el marco del encuentro, el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Ricardo Mewes, hizo eco de la preocupación empresarial en torno a lo que llamó una “debilidad persistente” en el crecimiento económico durante las últimas dos décadas, a lo que sumó la caída de 1,1% en los proyectos de inversión en 2023 y la posibilidad de que esa tendencia se mantenga este año. Con ello, las aspiraciones de alcanzar el estatus de país desarrollado se alejan, advirtió, por lo que parece razonable avanzar en condiciones que habiliten un mayor y mejor crecimiento.
Ante la debilidad que experimenta el crecimiento, parece razonable emprender condiciones que habiliten una mayor expansión.
En ese escenario delineó siete factores, partiendo por asegurar mayores niveles de seguridad, lo que resulta sensato si se considera que el costo de la delincuencia bordea el 2% del Producto, de acuerdo con un estudio de Clapes. A ello sumó la necesidad de contar con un Estado moderno y eficiente que evite ser un obstáculo para la actividad productiva. Avanzar en certeza jurídica sería un tercer requisito, centrando la inquietud en los mecanismos de permisos ambientales y sectoriales que se han transformado en un escollo que genera costos e incertidumbre para la inversión. Un sistema tributario que promueva el ahorro, la inversión y el desarrollo de las empresas y que ofrezca condiciones para que Chile sea un destino elegible para los inversionistas es otro habilitante. Asimismo, la formación del capital humano, el aprovechamiento de las ventajas comparativas del país en materia de transición verde, que están quedando rezagadas por los permisos y políticas públicas erráticas, sumado a sistema político que dé gobernabilidad para generar acuerdos de largo plazo que aporten a la estabilidad, cierran las propuestas.
El planteamiento es, así, un punto de partida para debatir más allá de cifras o resultados puntuales que pueden dar cuenta de que el crecimiento no fue negativo en 2023 -lo que, por cierto, es bienvenido- y, en cambio, avanzar hacia acuerdos que incorporen todas las miradas y habiliten un crecimiento del PIB por sobre el 2,1% tendencial que proyecta Hacienda para los próximos 4 años.